Como he compartido antes, llevo poco más de un año explorando recetas y horneando pan. He abierto mi mente para encontrar panes originales, panes nutritivos, panes de verduras y colores vistosos, de muchos tipos. Lo que no había pensado es hacer pan especial para niños.
A poco no, antes de siquiera aprender a caminar, ya nos daban una galleta María para entretenernos. A mi sobrina hasta dos, quizá para guardar equilibrio, la cosa es que ella se sentía más segura con una en cada manita.
Precisamente esa misma sobrina vino de visita hace unas semanas a casa, la cuidé en lo que su mamá llevaba a la abuela y bisabuela a la tan anhelada vacuna. Como «cayó» de sorpresa, no tenía mucho que ofrecerle a la hora del refrigerio. En las casas donde hay pequeños suele haber mini quesitos, salchichas, juguitos, yo qué sé; en la mía no hay nada de eso. Pero había pan de cúrcuma y qué creen, ¡es amarillo! (que se acerca mucho al naranja).

Su color favorito del mundo mundial –como dice ella– es el naranja, lo usa al vestir, en su termo, su patín; hasta su personaje favorito de caricatura es naranja. El punto es que vio el pan y le brillaron los ojitos. «¡Tante!, ¿me haces un sandwich con ese pan que parece naranja?». Pa’ pronto saqué el jamón, el queso, la mayonesa –esa la volví a guardar porque prefiere con mantequilla– y se devoró el primero de dos sandwiches con pan de cúrcuma ese día.
La anécdota viene al caso porque fue ese momento de verdad el que me hizo ver la enorme oportunidad que tenía enfrente. «Por qué no hacer pan que además de cumplir con su función de atrapar jamón y queso, sea divertido y atractivo a la vista», pensé.
Así nació Kinder Pan. Quienes me conocen saben que soy fan de inventarme palabras y combinar idiomas, entonces tomé Kinder, que significa niños en alemán y Pan en español, pero con mayúscula para darle el mismo peso a los dos componentes. Mi intención es convertir esas piezas en una línea de panes de colores y figuras que se alejen de lo convencional.
En un abrir y cerrar de ojos me adentré en el mundo del pan ilustrado, me inspiro en artistas de pan y ya llevo varias piezas de práctica, ningún pan ha quedado feo y todos se han consumido, lo cual ya es un buen inicio. Espero muy pronto sorprender a esa misma chiquita y a muchos niños más con pan nutritivo y original que ayude a que coman mejor y les provoque una sonrisa.

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