
Director: Todd Field
Elenco: Cate Blanchett, Noemie Merlant, Nina Hoss, Sophie Kauer, Julian Glover, Allan Corduner, Mark Strong
Guión: Todd Field
Cinematografía: Florian Hoffmeister
Música: Hildur Guonadottir
Duración: 159 minutos
Todd Field regresa después de varios años a la silla de director para entregar su tercer largometraje, TÁR, protagonizado por Cate Blanchett, quien es la más sólida candidata a llevarse el Oscar como Mejor Actriz.
Con seis nominaciones, incluyendo Mejor Película, TÁR ha tenido buena acogida por parte de la crítica, pero no tanto del mundo de la música clásica. Basando la historia en un personaje de su invención, Field intenta hacer un estudio de su personaje principal, Lydia Tár, una exitosa directora de orquesta con estatus de EGOT, poderosa, manipuladora y que vive en la cúspide de su carrera.
Field muestra los excesos que alguien de la fama de Lydia es propensa a tener: dinero, fama, poder, prestigio, y al mismo tiempo intenta hacer un estudio de dos cosas: el descenso moral y profesional que enfrenta su personaje y una crítica a la llamada «cultura de la cancelación», en la que cualquier persona – y más una celebridad- puede ser acusada por cualquier persona de cualquier cosa y el resultado inmediato es su culpabilidad.
Sin una real oportunidad para defenderse de las acusaciones que le hace un tabloide (su presunta responsabilidad emocional en la decisión de una joven músico que la acosaba, que estaba obsesionada con ella y que termina suicidándose), Lydia ve como su carrera y matrimonio se desmoronan en semanas.
Lydia es lesbiana, tiene una esposa y una hija, pero el poder que tiene y la admiración que le profesan los demás la lleva a tener actitudes en las que no mide sus consecuencias, además de que su genialidad por momentos raya en la locura. Así, Lydia Tár es capaz de querer tener aventuras con otras mujeres (como el caso de una cellista rusa que comienza a atraerla) o incluso con la chica que cometió el suicidio.
El problema es que Field no deja claras las cosas. Su uso parco del lenguaje cinematográfico y su manejo de los tiempos quedan a deber, pues tiene saltos que confunden al espectador y toma demasiado tiempo para llegar al punto de conflicto.

Con casi 2:40 horas de duración, TÁR toma demasiado tiempo para contar una historia que pudo caber en menos de dos horas. Personajes que aparentemente tendrían un peso específico en la trama de repente desaparecen prácticamente de la nada (la esposa de Lydia, su vecina, la cellista rusa, su asistente). Field la presenta y comienza a desarrollar una trama con estos personajes, pero al final estos desaparecen y lo que venían desarrollando, en su relación con la protagonista, queda inconcluso.
El final es igualmente confuso o poco claro, mientras que las primeras dos horas son emocionalmente planas. Después de un gran plano secuencia que dura varios minutos y en los que Blanchett domina el escenario como pocas, la historia se va diluyendo gracias a un guión mal estructurado que toma demasiado tiempo (dos horas) para llegar al conflicto y resolución.
Blanchett es una gran actriz, aunque no creo que esté sea su mejor trabajo. Sin embargo, el filme vive o muere gracias a ella. Blanchett es la fuerza que sostiene el filme, que en términos generales se siente por momentos muy lento, sin que la trama avance, aunque tiene sus sólidos momentos como la citada secuencia de una sola toma.
Field hace un buen intento de crítica a la sociedad de la «cancelación», pero se queda muy por encima. Lydia es un personaje que merecía un mucho mejor análisis y desarrollo, pero desafortunadamente esto no ocurre.
TÁR tiene seis nominaciones al Oscar, lo cual es una exageración, pero vale la pena por ver a Blanchett hacer maravillas con un guión al que le faltó valor para hacer señalamientos y cuestionamientos más profundos.
Se puede ver, pero probablemente habrá un buen número de espectadores que sientan que fueron testigos de un coitus interruptus en el que el gran clímax jamás llegó.

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