Con una amplia variedad de herramientas de evaluación disponibles, se ha vuelto más importante que nunca para los educadores tener una idea clara de sus necesidades y objetivos pedagógicos para tomar la mejor decisión. La fusión entre el mundo impreso y el digital ya es una realidad y los profesores se enfrentan a los retos de calificar las evaluaciones en menos tiempo y con mayor precisión.
En el último año muchas instituciones han adoptado el aprendizaje remoto e híbrido, y todo indica que la tendencia será que este modelo esté más presente en el sistema educativo en los próximos años. Por ello, muchos educadores que aún no usaban la tecnología educativa a su favor, buscaron opciones para adaptarse a la nueva normalidad.
Las herramientas de evaluación pueden ayudar a los profesores a acelerar la corrección y ahorrar tiempo, pero también es importante tener en cuenta el aspecto pedagógico. Catalina Londoño, gerente de Servicios Profesionales y Educativos en Turnitin América Latina, explica que no basta con que el servicio solo marque las respuestas como correctas o incorrectas. “Es importante tener una solución que facilite ciclos de retroalimentación significativa entre el alumno y el maestro, para apoyar el proceso de aprendizaje”, afirma.
Con la misión de ayudar al docente durante todo el proceso de evaluación y al mismo tiempo promover el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes, Turnitin, una empresa global de tecnología educativa, ha desarrollado la solución de tecnología educativa Gradescope, una herramienta de evaluación remota que garantiza la integridad de lo aprendido y una alta precisión en los resultados de las pruebas de los alumnos, sin importar si se trata de exámenes de opción múltiple o de respuesta abierta.

La plataforma en línea, que es construida por instructores para instructores, permite la creación, distribución y análisis de las evaluaciones, tanto en papel como digital, o ambas, albergando una amplia variedad de formatos de evaluación y proporcionando información importante sobre las respuestas de los estudiantes.
¿Por qué puede ser desafiante calificar exámenes o tareas?
Uno de los mayores desafíos para los docentes es optimizar el proceso de calificación. De acuerdo con Catalina Londoño, el proceso de evaluación puede ser desafiante para los docentes principalmente porque ser consistente es difícil y obtener buena retroalimentación lleva tiempo.
En la mayoría de las ocasiones, toma mucho tiempo recibir retroalimentación, porque, en el caso de que los alumnos realicen un examen un martes, por ejemplo, tienen que esperar varios días para saber sus calificaciones, y, para entonces, quizá sus dudas puedan estar muy difusas. La calificación entonces, puede verse influenciada por sesgos o aleatoriedad.
“La herramienta de Turnitin permite ahorrar tiempo en las evaluaciones y hacerlo de una manera óptima. Se pueden calificar preguntas en paralelo, y si se realizan modificaciones sobre el proceso de calificación, automáticamente el sistema actualiza los resultados de los alumnos previamente evaluados”, explica Londoño.
Además, parte importante de la evaluación del alumno es la retroalimentación; que tiene que ser formativa, pues sí el alumno sólo recibe su calificación, no sabrá en cuáles aspectos falló y cuáles ha aprendido. “Una herramienta capaz de identificar los avances y retrocesos del alumno ayuda al profesor a proporcionar una retroalimentación mucho mejor, basada en pruebas, que realmente ayudará al progreso del alumno», dice Catalina.
Utilizada por más de 110 mil instructores y 2.7 millones de estudiantes en todo el mundo, Gradescope ya ha calificado más de 600 millones de preguntas en más de 2,600 universidades. Los educadores que quieran saber más sobre ella, tienen la oportunidad de utilizar Gradescope a través de un free trial, con un beneficio extra, pues ya se encuentra disponible en español para licencias institucionales de América Latina.
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